28.9.10

Love is for suckers.

Te observé entre mis pestañas. Ví como coqueteabas con una chica rubia. Le acariciaste, le sonreístes y le hicistes alguna carantoña. Me imaginé que era yo. ¿Cuando coño me enamoré de ti?
Respiré hondo, cerrando los ojos y inspiré un poco de nicotina para intentar calmarme (No había sido buena idea haberme tomado dos cafés bien cargados por la mañana.) Nunca había fumado y no sabía por que había empezado, ¡Ni siquiera sabía de donde había sacado el cigarrillo! Tosí, expulsando el humo y al volver a mirarte me topé con tus ojos chocolate. Me sonreíste y te respondí, pero luego bajé la mirada avergonzada por lo que recorrió mi cuerpo y se clavó en mi corazón. Tiré el cigarrillo al suelo, furiosa por mis sentimientos, y lo aplasté, con mis converse de imitación, contra el asfalto.
El timbre sonó, dando comienzo a las clases. Me levanté, me sacudí la tierra de mi pantalón y me encaminé a las escaleras de la entrada. Me pasaste un brazo por encima de los hombros y me besaste la coronilla.
Supongo que lo que hizo que me enamorara de ti es que me comprendes y escuchas, siempre tienes una sonrisa y un abrazo, al que conozco muy bien y sé, que no querría algo conmigo, por el simple hecho de ser mejores amigos desde enanos.
- ¿Desde cuando fumas? - preguntaste.
- Bueno, es que el estrés de los exámenes, mis padres...me ayuda un poco a calmarme.
Me echaste una regañina mirada.
- No es excusa. Prométeme que lo dejaras. -levantaste tu meñique.
Yo me mordí el labio, no quería dejarlo, era lo único que me calmaba un poco al verte, al abrazarte, al pensar en ti,...supongo que es una cura contra el amor, contra estos malditos sentimientos.
Bufé, mostrando mi debilidad.
-Está bien. -enganché el meñique con el tuyo y luego me abrazaste y me besaste la mejilla.
- Te quiero, "hermanita".
Te alejaste por el pasillo, en dirección a tu clase y mi corazón se fue contigo...hermano.

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