2.11.10

La chica de las lágrimas heladas.

Siempre la veía en aquel rincón del parque. Sola, tiritando y llorando. Tantas veces se me había encogido el corazón al verla allí acurrucada. Me daban ganas de ir corriendo a abrazarla, estrecharla entre mis brazos hasta que su temperatura aumentara (y si pudiera, un poco más)
Sus labios azulados, temblaban de frío y seguramente de miedo. De miedo a la soledad o a la realidad. Puede que a las dos cosas, no lo sé. A mí me asustaba tanto que al acercarme desapareciera entre mis brazos, como la arena. Había soñado tanto tiempo en que su pelo se enredara entre mis dedos y sus lágrimas heladas se derritieran con el calor de mi arropo que me aterrorizaba que todo se rompiera en mil pedazos y la nieve, al derretirse, se llevara todos los recuerdos a otros lugares que nunca conoceré.
Sabía que todo era un castigo por todo lo que le había hecho. Su imagen desnuda, temblando, seguía repitiéndose en mi retina como si hubiera sido ayer. Como si hubiera sido ayer el final de mi vida, por que no podré volver a tocar su piel aun que fuera como habitualmente hacía: con el puño. Por que ella se ha ido y no volverá.

2 comentarios:

  1. Me estan entrando ganas de abrazarla a mi también para ver si se le pasa aunque sea un poquito.

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  2. Yo no dudaría en abrazarla :(
    Gracias por leer :)

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